viernes, enero 13, 2006

De hospitales y olores

Creo que nadie duda que el Hospital Almenara tiene muy buenos doctores. Recuerdo que hace algunos años operaron ahí a mi tío Gonzalo del corazón, le colocaron un par de "bypasses" y si lo vieran, está regio.
Hoy fui a ese mismo hospital porque allí tienen al papá de Vicky. En realidad, para mí fue toda una travesía porque no es una ruta que haga muy seguido. En realidad nunca voy por allí. Saliendo de casa tomé un colectivo que me lleva por toda la vía expresa. El sol quemaba hasta la grasa que me sobra. Me bajé en el grifo de la Av. Grau porque, aunque yo sabía que esa avenida está bloqueada porque están haciéndola vía rápida también, al hablar anoche con Rosita ella me indicó con total convicción que eso debía hacer y que por ahí mismo pasan los micros que llevan al hospital, que se desviarían un poquito porque tienen que ir por una paralela, pero que de todas maneras pasan por ahí. Bueno pues, de pronto estuve cruzando todo el óvalo Grau para llegar al Museo de arte de Lima y ahí recordé que Rosita es siempre muy convincente con sus afirmaciones y que además (oh, pequeño detalle) ella es la mujer más despistada en cuanto a ubicación geográfica se refiere.
Ya yo instalada en el paradero correcto tenía que escoger, entre las 30 líneas de micros que pasan por ahí, alguna que me lleve o al menos acerque al hospital. Sobrepara un micro practicamente como para que yo suba, le pregunto al cobrador si pasa por el hospital Almenara y me dce que sí, que suba rápido. No terminaba de poner el segundo pie en el estribo y ya estábamos media cuadra más allá. Estos microbuseros no respetan la vida de nadie. Me pregunto si tendrán madre, o si ya se les habrá desgastado de tanto que se las mencionan (y no precisamente para mandarle saludos). "Me avisas", le digo. "Sí, claro, yo le aviso", responde.
Los micros que iban por Grau ahora bajan unas cuadras por un costado de Paseo de la República (via expresa), cruzan un puente de doble sentido (que no recuerdo cómo se llama) y recién en el segundo puente entran a la izquierda. Esa es Bauzate y Meza, me parece; dos o tres paralelas de Grau. Siguen de frente hasta no sé donde porque yo bajo a pocas cuadras. Hemos pasado la plazuela Manco Capac y unas cuantas cuadras más allá volteo la mirada hacia la izquierda y justo diviso unas paredes celestes. El hospital! pensé. Me levanto del asiento, miro al cobrador y me pregunta en tono estúpido:
- baja?, ya nos habíamos pasado dos cuadras.
- Ese fue el Almenara?, pregunto.
- Claro, baja?.
- Bajo pues!! No te estoy diciendo que me avises?, le recrimino.
- Por eso la estoy mirando pues, me dice el puerco ese. Y no me falta razón al decir puerco. Bastó que subiera al micro para empezar a percibir un olor horroroso, recién ponía atención a mi olfato en este día. Recordé a Patrick Süskind, con su obra literaria El Pefume. Es que era tan fuerte y tan feo que se me quedó impregnado en el cuerpo por el resto de la tarde.
Llegué al hospital, busqué la sala en la que se encuentra el Sr. Malca y estuve hablando con él durante una hora hasta que llegó Vicky con su cuñada, que fueron a almorzar y a hacer algunas compras que necesitaban hacer.
Está linda la flaca, aunque obviamente se le nota cansada, tensa, muy preocupada. No es para menos. El lunes dan los resultados oficiales, como ella dice "ya es la última palabra", aunque ahora existe un pre diagnóstico. Pero podemos esperar con la esperanza que todo sea mejor de lo que hoy se piensa.
Ha pasado mucho tiempo que no veía a sus hermanos. Estuvieron Oscar y su esposa, así como Rafael, su tío Víctor y su cuñada Maritza. Dentro de todo el caos que significa este hospital (como todos los del Estado) el papá de Vicky ha encontrado tres "angelitos" que trabajan ahí mismo. El Dr. Malca, su primo, cuya especialidad justamente es gatroenterología; una sobrina llamada Rosita, que trabaja en rayos X y Toño, otro sobrino, que se encarga de todas las comunicaciones en el hospital. Al menos hay gente conocida a mano. Qué bueno!
Mañana será otro día. Otra visita. Otro viajecito en esos micros horribles. Otros olores.


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