Tristeza compartida

Acababa de sentarme frente a la pc para escribirles todo lo referido a las coordinaciones que hemos tenido con algunas "chicas" de la promo el fin de semana. Eso quedará para los sigueintes blogs. Me ha llamado Rosita, nuestra Rosita Verástegui, para contarme que su papi falleció esta tarde.

Rosita está en Paiján, donde vivía su papi, pues el señor está separado de su mami desde hace varios años. Rosita llegó desde Tarapoto de frente a Paiján el martes de la semana pasada porque su papi estaba muy delicado nuevamente. Estuvo con fiebre en estos días y se le hacía muy difícil respirar.

Dios, Nuestro Señor, ha permitido que Rosita esté cerca cuando su papi partió a Su casa; la tristeza en momentos como estos debe ser indescriptible, pero compartimos con nuestra amiga Rosita el dolor que significa despedirse temporalmente de un ser tan querido. Quisiera tener un discurso listo para poder decirlo en casos así, no lo sé y sólo sé que la Oración que sale del corazón y se hace con fe es escuchada por el Señor. Ojalá todos los que la queremos, aunque no hayamos conocido a su papá, podamos elevar una pequeña pero sincera oración al Señor agradeciendo por los años que le permitió compartir con su familia y pidiendo consuelo, resignación y fortaleza para Rosita y todos sus seres queridos. Pidámosle también por el alma del papá de Rosita, para que la reciba con los brazos abiertos en Su Gloria y perdone todos sus pecados.

Rosita querida, hermana mía, no sé que decirte. Quiero darte un abrazo muy fuerte en silencio, siento que las palabras a veces estorban y espero que tú, que eres una mujer de tanta fe y sabiduría, sientas mi solidaridad en los sentimientos de hoy. Te quiero mucho Rosita.

Madre Vicarita

Era la secretaria, su función fue ser Vicaria. Madre Vicarita, como todos le decían con tanto cariño, es la otra monjita que encontramos en el colegio y que siguió en él cuando nos fuimos. Era realmente divertida, muy agradable de trato y de alguna manera muy práctica. En varias oportunidades la escuché decir a las mamás que llegaban al colegio: "Mira hijita, si tiene solución para qué te quejas y si no tiene solución tampoco te quejes pues".
La Vicarita tenía una lora que se llamaba Aurora (como la gran mayoría de loras, creo) y esta lorita aprendió a entender o a obedecer a la Madre. Cuando Aurora se portaba mal, la castigaba y la lorita parecía que entendía.
La lora salía al patio muchas veces y obviamente aprendió todas las palabras que las alumnas le enseñaron (que no era el Padre Nuestro precisamente). Realmente se puso muy malcriada y Madre Vicarita andaba muy molesta con la lora. Y no faltaba razón, cuando la Directora (Madre Susana en esa época) estaba al micrófono en plena formación, Aurorita la remedaba o le decía palabrotas y las alumnas soltaban a reir. Madre Vicarita prohibía que sacaran a la lora en meses, pero siempre volvía por alguna razón.
Una breve reseña sobre Madre Rosalía, su verdadero nombre, transcribo aquí. Lo he tomado del libro que tienen en la Congregación FIC y creo que muestra muy cercanamente a la realidad cómo era Madre Vicarita:

El 10 de Octubre de 1986 descansó en la paz del Señor, en el Colegio "Santa Teresa de la Inmaculada" de San Pedro de lloc, la Madre ROSALÍA DEL ÁGUILA MARÍN, a los 73 años de edad y 52 de Profesión.
El Señor la adornó con muchas cualidades humanas, que hacen feliz la vida fraterna de los que viven en comunidad: piadosa, obediente, respetuosa, amable, muy educada, sencilla, con gran sentido de humor para alegrar a sus hermanas, cariñosa, acogedora, atenta. Se interesaba por todos, se sentía muy mal cuando algo no marchaba bien y no lo podía remediar, sufría en silencio. Se entregó con alma, vida y corazón al Señor; vivió su vida consagrada en un constante servicio a las hermanas y concretamente pasó casi 25 años en su querido San Pedro de Lloc. Los sanpedranos supieron corresponder a su amor y entrega hasta su muerte; la llamaron amiga, maestra y "Madre Vicarita", con ese nombre la conocían ricos y pobres, ancianos y niños. Su labor Pastoral no tenía límites. En el colegio como secretaria, por las pequeñas se interesaba mucho, presidía su oración de la mañana con cantos, nunca faltó a este oficio que para ella fue de gran responsabilidad. En la Parroquia dirigía los rezos y cuando faltaba el Párroco hacía fervientes Paraliturgias, animaba los cantos y novenas del pueblo; jamás faltó a los responsos y siempre llevó palabras de consuelo y esperanza a los que sufrían.
En su última enfermedad no sólo la acompañaron sus exalumnas de San Pedro; toda la Provincia de Pacasmayo se interesó por su salud. Su muerte fue muy sentida y concurrida la velación de sus restos mortales. La misa de funerales fue apoteósica, para San Pedro de Lloc fue un día solemne de fiesta y de duelo; se hicieron presente autoridades civiles, educativas, Comisiones representativas de colegios e instituciones religiosas de Lima, Trujillo y Chiclayo, así como familiares.
Sus queridas exalumnas, profesores, padres de familia, alumnas del colegio acompañaron a la Madre Vicarita a su morada final, conduciéndola en hombros desde la Parroquia. Hubo discursos y despedida, en nombre de los Padres de Familia y de la Comunidad Educativa. El señor Alcalde de la Provincia dio la nota final a este acontecimiento en la historia de San Pedro de Lloc. Fue un día de reconocimientos, de gratitud, de elogios, oraciones y lágrimas de grandes y chicos que dieron el último adiós a su querida Madre Vicarita.

Mi madre me contó todo esto por teléfono, tal como esta reseña lo indica. Yo me sentía mal por no haber tenido la oportunidad de despedirme de Madre Vicarita. La quería mucho (y quien no?). Ese año, 1986, también se fueron mis abuelos maternos. Qué año!

 

Carmencita en casa

Gracias a Madre Celia que me llamó el viernes en la noche pude ubicar a Carmencita e invitarla a casa el sábado. Hemos estado un poquito más de tres horas pero yo sentí que fue mucho menos. Se pasó rapidísimo y es que estuvimos muy entretenidas mirando fotos y por supuesto recordando anécdotas.
Carmencita llegó con Rosita, otra monjita (que no es Rosita Verástegui, mi amiga), pues como ha tenido 13 años en Colombia y tampoco ha vivido mucho tiempo por Lima, no conocía y necesitó ayuda. Yo fui a darles el alcance en el paradero del "Berna" o "segunda entrada". Salí con cierto temor porque los chicos de estas cuadras estuvieron mojando a las jovencitas por carnaval... y como yo soy taaaaaan joven.... podían tirarme algún globito con agua. Felizmente nada.
Estamos rogando que ya la dejen por Perú a Carmencita, es mucho tiempo por Colombia. Sin embargo, podría ser que la regresen un año más (pero sólo un año!). Lo mejor sería que ya no tuviera que regresar y se quedara de una vez por estos lares, pero no sabemos nada hasta la próxima semana (en el mejor de los casos) o dentro de un mes más. En fin, así es la vida de estas monjitas, ellas están a la orden de la Congregación y van obedientes donde las envían.
Nos ha faltado tiempo para ver el video del encuentro que hicimos en el año 1999. Espero que podamos hacerlo pronto, Carmencita.

Se va el bus!

He escrito poco en estas dos últimas semanas porque anduve fuera de casa y cuando llegaba tenía que hacer otras cosas.
Aunque hayan pasado varios días no puedo dejar de compartir esta fotito con ustedes. Es la constancia del cortísimo momento que pudimos compartir juntas Rosita, Vicky y yo. Como estuve ayudando a Rosita en la Casa Madre de las Franciscanas y terminamos todo ese lunes muy cerca de las 7pm, sólo nos quedó reunirnos en la agencia de Cruz del Sur porque Vicky y su papi viajaban esa noche a Pacasmayo.
Allí fue que llegamos un poquito antes que la flaca Vicky y esperamos. Yo con más impaciencia porque el bus salía a las 8pm y eran 7:35 y los viajeros... nada! Así fueron las 7:40pm... y recién faltando 15 minutos para las 8pm llegaron. De frente a registrarse y entregar el equipaje. Mientras tanto... una fotito que nos tomó Oscar, el hermano de la Vickuda. Pocos minutos más tarde abordaron y sólo nos quedó hacer adiós con las manos en alto. Rosita, probablemente, vaya a Pacasmayo en estos días. Ojalá yo también pueda ir. Vicky sigue allá. Visitaríamos a las "chicas de la promo", aunque sea un ratito. Tenemos que ponernos las pilas!